Ciertamente, de un tiempo a esta parte, la comunidad de Aficionados ha sufrido un deterioro significativo en cuanto a la calidad y la cualidad de los operadores de radio, en parte debido a nuevas incorporaciones que no han sabido adaptarse a un medio muy diferente del que frecuentaban no hace demasiado tiempo, y en parte también por los vicios adquiridos de veteranos Eco Alfa, que con el tiempo han convertido sus operaciones en las bandas, en actitudes equivocadas, de una gran simpleza intelectual y en ocasiones hasta soeces… una caricatura de lo que en realidad significa ser Radioaficionado.
Siempre he defendido, desde que se produjo la bajada en el nivel de requisitos exigidos para superar el examen de Operador de Estaciones de Aficionado, allá por 2006 cuando el Sr. Payá, Director de la Jefatura de Telecomunicaciones de Coruña, presentó un REA con importantes modificaciones entre las que se encontraba la supresión de la prueba de Morse (auténtico filtro por el que muchos no hubiéramos pasado, incluido yo), y las sucesivas facilidades a la hora de afrontar las pruebas requeridas que se produjeron tras la revisión del Reglamento actual en 2013, (cuando yo era Vocal de Promoción de lo que era entonces «La Radio en Las Escuelas«, ahora «Promoción y Difusión de la Radioafición» de URE), que esta apertura… esta facilidad para que cualquiera pueda optar a la obtención del Diploma de Operador de Estaciones de Aficionado y por consiguiente, de su propio indicativo Eco Alfa, era algo bueno y positivo.
Lo pensaba entonces y lo sigo pensando.
En momentos como los que estamos, en los que la Radioafición en España tiene una media de edad preocupante y con la competencia feroz de toda la tecnología que nos rodea, o abrimos las puertas y ventanas para que el neófito se asome y entre, o corremos el riesgo de desaparecer por puro agotamiento de la parte humana y mortal.
Dicho esto también creo fervientemente que, dado que la Administración («Teleco«), ha dejado de tutelar muchos de los aspectos que intervienen en la convivencia de todos los miembros de nuestra comunidad, es nuestro derecho y nuestro deber cuidar del buen uso de nuestro medio, mostrando a los nuevos, esos que poco a poco van sumando fuerzas y se acomodan entre nosotros con sus flamantes indicativos (gracias al trabajo y tesón de algunos que no cejan en su empeño de propagar este «virus de la radio» a todo aquél que se les acerca, dicho sea de paso), cual es la forma correcta de «sentarse« ante un micrófono, una llave telegráfica o un teclado de ordenador, para que sean conscientes de esas formas, tan mínimas pero tan importantes, que convertirán con el tiempo sus letras del montón, en grandes indicativos de Radioaficionado con letras enormes y brillantes.
Si acaso, la parte menos «simpática« es la de intentar enderezar y corregir a quienes llevan 30 años apretando el micro de cualquier manera, torciendo su caminar con pasos faltos de garbo, gracia ni sentido ni cuidado ni atención por el terreno que pisan.
Pensemos que de nada sirve el dinero invertido en caros equipos y grandes antenas, si nuestra operación es defectuosa, confusa, pobre o directamente impropia.
Este clip trata sobre eso, intenta dar unas pocas pinceladas sobre cómo, y más importante; por qué, debemos ser escrupulosos, cuidadosos y correctos en el éter, para conseguir entre todos una Radioafición española elegante, limpia y comprometida consigo misma para ejemplo del resto de la comunidad internacional, pero también porque, a la larga, saldremos ganando tod@s.
Los textos que se muestran en este clip son extractos del «Manual de Prácticas Operativas» de ON4WW, ponencias de W1SJ durante el Dayton Hamvention de 2015 y material propio.
Los ejemplos que ilustran mis palabras son grabaciones recogidas en las bandas de frecuencia del Servicio Público Radioeléctrico para Radioaficionados y se ha procedido a enmascarar los indicativos de aquellos operadores que comenten los errores con un pitido para preservar su identidad, pues no se trata de señalar a nadie, ya que todos cometemos errores a diario.
Espero, no obstante que sirvan también para recapacitar sobre aquellos malos hábitos que no sirven más que para añadir QRM en nuestras bandas, y para cambiarlos por costumbres más sanas, por una Radio seria, limpia y comprometida.
Gracias por la lectura.
Desde aquí les deseo un 2018 radiante (a ser posible con poca ROE).
Póngase cómodo, tome unos auriculares, y disfrute del vídeo:
EC1DJ, Miguel Ángel Ruano.
Fuentes: